URGENTE
“Declaración de Principios de la Convención de Iglesias Evangélicas Bautistas del Uruguay sobre el Aborto”


Debido a que en muchos países se está tratando el tema del aborto de diferentes maneras, y que en Uruguay se ha aprobado la Ley 18.987 de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, queremos como Convención Evangélica Bautista del Uruguay presentar nuestra declaración de principios sobre el aborto. De acuerdo con este documento, el aborto se define como cualquier acto que tenga el propósito de poner fin a un embarazo ya establecido y por ende el quitar la vida de un ser humano.
Creemos firmemente que como cristianos y personas a quienes Dios nos concedió el don de la vida y que tuvimos el privilegio de que nos dejaran nacer, debemos ser defensores de la vida y especialmente de aquellos que aún no tienen voz
para reclamar sus derechos, y en este caso de un ser humano que no ha sido dado a luz aún.
Como iglesias evangélicas bautistas, basándonos en la Palabra de Dios, la Biblia, creemos que Dios es el dador y sustentador de la vida “...pues él es quien nos da a todos la vida, el aire y las demás cosas” (Hch. 17:25). Dios es nuestro Creador “Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre” (Salmo 139:13)
Sostenemos que la vida se inicia desde el mismo momento de la concepción y que ese nuevo ser ya es tratado por Dios como persona, por lo mismo, debe ser tratado como persona por todos sus semejantes. Por lo tanto cada vida debe ser respetada, cuidada y no dañada de ninguna manera. La vida prenatal de un ser humano es el regalo más maravilloso que Dios puede conceder.
La Biblia nos enseña que no debemos atentar contra la vida de un ser humano bajo ningún concepto, ya que Dios nos ordena “no matarás” (Ex. 20:13).
Por lo tanto una vida no debe ser abortada o interrumpida por voluntad del hombre.
Debemos respetar la vida porque cada ser humano es hecho a la imagen y semejanza de Dios. Y de una manera especial debemos proteger la vida de aquellos que son débiles e indefensos. “¡Hagan justicia al débil y al huérfano! ¡Hagan justicia al pobre y al necesitado! ¡Libren a los débiles y pobres, y defiéndanlos de los malvados!” (Sal. 82:3,4). “Salva a los condenados a muerte; libra del peligro a los que están por morir. Pues aunque afirmes que no lo sabías, el que juzga los motivos habrá de darse cuenta; bien lo sabrá el que te vigila, el que paga a cada uno según sus acciones”.
(Prov. 24:11, 12). Dios demanda que protejamos la vida humana y considera responsable a la humanidad por su destrucción. “Hay seis cosas, y hasta siete, que el Señor aborrece por completo: los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que asesinan a gente inocente” (Prov. 6:16, l7)
Afirmamos que el aborto es una práctica que no sólo destruye la vida de un ser que no tendrá el privilegio de nacer, sino que también trae consecuencias psicológicas,
físicas, morales y espirituales dañinas a quienes lo practican. Conocemos el gran porcentaje de suicidios en mujeres luego de practicar un aborto.
Entendemos también que necesitamos enseñar principios morales y espirituales que surgen de la Palabra de Dios, para que basados en éstos no se llegue a considerar un
aborto como la solución a un problema. Necesitamos hacer conocer a nuestra sociedad que Jesucristo vino a dar vida y vida en abundancia “El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Necesitamos enseñar que sólo teniendo a Jesucristo en nuestra vida podremos ser guiados a amar a nuestros semejantes y a respetar los derechos de los que no han
nacido aún, pero que son vidas latiendo en las entrañas de una madre.
Como iglesias evangélicas bautistas nos declaramos a favor de la vida y en contra de la interrupción voluntaria del embarazo y afirmamos que la vida humana, desde su concepción hasta su final, pertenece a la soberanía de Dios tal como lo enseña la Biblia.
De acuerdo a esta proclama o declaración de principios, exhortamos y animamos a cada creyente en Jesucristo a concurrir y a ejercer su derecho de sufragio para que esta
proclama sea llevada a la práctica, y de esta manera podamos hacer oír nuestra voz de ¡Si a la vida, No a la muerte!

Convención de Iglesias Evangélicas Bautistas del Uruguay
Montevideo, Mayo del 2013